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​​Cómo impulsar tus propósitos de Año Nuevo con pequeños cambios​

​​Author​ ​​Susan Bowerman, M.S., RD, CSSD, CSOWM, FAND – Directora sénior de Educación y Capacitación Mundial en Nutrición​ 29 de enero de 2025

​​Cuando se trata de establecer hábitos más saludables, no hay nada como empezar de nuevo. El comienzo de un nuevo ciclo es inspirador y puede llenarnos de energía para comprometernos con nuestras metas.  

​Si eres como la mayoría de las personas, probablemente te hayas comprometido a comer mejor, mejorar tus finanzas, tomar decisiones comerciales más inteligentes o hacer más ejercicio, ¡y estos son excelentes objetivos! Si tomas la decisión de ponerte en forma, establecer metas que puedan lograrse con pequeños cambios te ayudarán a mantenerte motivado para vivir de manera más saludable a largo plazo.  

​Si te fijas metas inalcanzables, puedes correr el riesgo de sentirte desanimado. Cuando las metas se establecen de la manera correcta, la mente y el cuerpo trabajarán juntos para ayudarte a lograr las cosas que deseas tanto en tu vida personal como profesional.  

​A continuación te facilitamos algunas ideas que te ayudarán a poner en marcha tus propósitos de Año Nuevo:  

​Comienza con pequeños cambios  

​Si planeas añadir un kilómetro extra a tu carrera diaria, leer un capítulo de un libro cada día o comer una comida fuera de casa menos al mes, entonces es un buen comienzo. Eliminar los malos hábitos no se logra de la noche a la mañana, por lo que incluso las pequeñas mejoras son significativas.  

​No hagas demasiado a la vez  

​Es genial ser ambicioso, pero si intentas abordar demasiados cambios a la vez, podrías estar preparándote para la derrota. Hacer propósitos es la parte fácil; lograr que se cumplan es más difícil porque tienes que entrenar tu cerebro para hacer las cosas de manera diferente.  

​También lleva tiempo deshacer un hábito inútil, razón por la cual la repetición y la autodisciplina son tan importantes.

​Identifica tus obstáculos  

​Para lograr tus objetivos, será útil descubrir qué se interpone en tu progreso.  Es fácil decir que vas a comer más frutas y verduras, pero si tu compra semanal no es el fin de semana (no tendrás fruta lista para comer durante la semana), es algo sencillo de cambiar.   

​Tu próximo paso es hacer que tu nuevo hábito sea sostenible. Es posible que te aburras de comer fruta todos los días, así que cámbiala añadiendo fruta a tu batido de proteínas o preparando una ensalada de frutas para guardar en la nevera. O cambia a verduras en días alternos.   

​Centrarse en el panorama general  

​El hecho de que los cambios que realices sean pequeños no significa que no sumen. Si perder peso es un objetivo y preparar un almuerzo casero varias veces a la semana es un paso hacia ese objetivo, las calorías que evites cada día sumarán una gran cantidad durante todo el año.   

​Lo mismo puede aplicarse también a tus objetivos profesionales. Escribir tus objetivos, incluso si son solo uno o dos, y perfeccionarlos con total concentración y dedicación en lugar de abordar diez objetivos diferentes a la vez, puede valer más la pena. 

​¡Suda con ejercicios que disfrutes!  

​Sabemos que seguir una rutina puede parecer militar, pero si te resulta aburrido hacer el mismo ejercicio de siempre, no dudes en cambiarlo: ¡nunca sabes si la Zumba o el yoga podrían ser tu próxima vocación! Mientras bombees esas endorfinas y sudes, tu salud física y mental se beneficiará enormemente.  

​Di no a la culpa por la comida  

​¿Te sientes culpable por comer esa galleta o chocolate? Entendemos que la tentación puede vencernos a todos. Aunque estos no son los alimentos más nutritivos, aceptar el hecho de que este tipo de alimentos pueden aparecer ocasionalmente en tu dieta es mucho mejor que restringirse por completo y luego perder el control porque te sientes privado.  

​A continuación te mostramos algunos ejemplos en los que pequeños cambios pueden tener un gran impacto en tus objetivos de salud y control de peso:

​• Elegir mejores ingredientes al hacer la compra

​• Ajustar recetas para comidas más saludables

​• Aprender a controlar mejor las porciones

​• Evitar comidas ricas en calorías y acompañarlas con salsas cuando salgas a cenar​